Hay un viejo adagio que dice algo así: “Ya no se construyen las cosas como antes”. Y puede que sea cierto, lo que explica por qué hay tantos automóviles de los años 50 a los 70 que siguen circulando por las carreteras, o por qué ese frigorífico que tuvieron tus padres durante 30 años sigue funcionando perfectamente, escondido en un rincón de tu garaje y lleno de cerveza, refrescos y restos de las fiestas.
Al igual que ese viejo y fiable frigorífico, las estanterías metálicas reforzadas son extremadamente duraderas y resistentes, pero necesitan un poco de cariño de vez en cuando.
Si ha adquirido un sistema de estanterías metálicas innovador y asequible, entonces sabe que la calidad de los productos que vendemos e instalamos es insuperable. Todas nuestras estanterías metálicas están fabricadas con bobinas de acero de alta resistencia certificadas 3.1B que cumplen la norma EN 10204.
Pero eso no significa que sean indestructibles. Uno de los puntos que recalcamos a todos nuestros clientes es que han pagado “un buen dinero” por productos de calidad que pueden durar generaciones si se mantienen adecuadamente.
A continuación le ofrecemos algunos consejos para que sus estanterías metálicas duren lo máximo posible:
El último villano de cualquier metal es el óxido, que se compone de óxidos de hierro. Los óxidos de hierro se forman por la reacción del oxígeno y el hierro contenido en el agua o la humedad del aire.
Con mucho tiempo, oxígeno y agua, cualquier masa metálica acabará sucumbiendo, convirtiéndose por completo en óxido y desintegrándose. Sólo por esta razón, es una buena idea mantener las estanterías metálicas en ambientes secos o, al menos, intentar secarlas si se mojan.
Compre únicamente estanterías metálicas reforzadas o productos de almacenamiento de acero que hayan sido fabricados mediante un proceso de galvanización. Esto ocurre normalmente cuando se aplica una capa de zinc metálico al objeto a proteger, ya sea mediante galvanización en caliente o galvanoplastia. Estos son los únicos tipos de soluciones de almacenamiento de metales que venden.
Controle la humedad en la zona donde se han instalado las estanterías metálicas. Esto se consigue a veces, por ejemplo, colocando paquetes de gel en los artículos enviados por transportes marítimos.
Mantenga la zona libre no sólo de humedad, sino también de agua u otros líquidos.
Si las estanterías metálicas se han instalado en una zona que se rocía regularmente con agua, como un taller de reparación de automóviles o un lavado de coches, deben secarse regularmente.
Las estanterías metálicas que puedan estar expuestas al agua deben protegerse con tapones de goma en la base para que la unidad no se encuentre directamente en el líquido.
Asegúrese de que los pernos y otros elementos de fijación con los que se ensamblaron las estanterías metálicas no estén perdidos, ya que estos puntos pueden ser una zona privilegiada en la que el óxido se instala sin que se note.
En definitiva, las estanterías metálicas reforzadas de alta calidad pueden durar décadas si se mantienen adecuadamente. Si tiene alguna pregunta, póngase en contacto con uno de nuestros profesionales de ventas cualificados para una consulta gratuita.